Con más estadounidenses que nunca comprando segundas residencias en el extranjero, el escenario se está volviendo demasiado familiar: se descubre un refugio frente a la playa, se compra por centavos, se vuelve a empaquetar y se vende por millones. A medida que los especuladores de tierras suben los precios de las propiedades incluso en los lugares más remotos, los vacacionistas e inversores buscan una forma más rentable de comprar su pedazo de paraíso.
Recientemente, una tendencia que aborda ese objetivo, que se hizo popular por primera vez en las ciudades de estaciones de esquí en los Estados Unidos, se abrió camino hacia las ciudades costeras y los destinos insulares de América del Norte y Central: la tendencia de la propiedad fraccionada.
La propiedad fraccionada, también conocida como inversión en "clubes de residencias privadas", es similar al concepto de tiempo compartido, pero renovado para ofrecer un servicio más personal y de alto nivel. La tendencia de la propiedad fraccionada implica la compra dividida de costosos artículos de lujo, a menudo casas, villas o condominios en ubicaciones deseadas, por personas que pueden pagar la casa por sí mismas, pero no pueden justificar dicha compra considerando el tiempo que lo harán. realmente gastar allí.
Las propiedades fraccionarias generalmente se dividen en partes iguales entre un grupo lo suficientemente pequeño de inversionistas para que cada parte pueda tener desde una semana hasta más de un mes en la propiedad cada año. Debido a que las "fracciones" de la propiedad son de propiedad y están a nombre de cada inversor, también se pueden vender o alquilar según se desee. Si bien esto es similar a los tiempos compartidos "escriturados", se puede esperar que las inversiones fraccionarias se aprecien al mismo ritmo que una segunda residencia, mientras que los tiempos compartidos tienden a devaluarse con el tiempo.
En Costa Rica, el centro de inversión extranjera de América Central, recién ahora se está probando el éxito de tales propiedades. Pero con el auge del desarrollo en curso, se esperan recuperaciones superiores a la media.
Una villa de propiedad fraccional que está en proceso, Rancho Santiago, ya ha delineado para los compradores potenciales una tasa de retorno del 60.8% de su inversión si todos los inversionistas aceptan vender la villa después de dos años.
Esta propiedad en particular también ha descubierto una forma creativa de evitar las tarifas de mantenimiento, que a menudo son mucho más altas para las fracciones que para los tiempos compartidos. El equipo de desarrollo ha reservado semanas específicas para el alquiler público de la propiedad, de las cuales los ingresos se destinarán al pago de la cocinera, el conserje, la mucama y otros gastos semanales a tiempo completo.
Las empresas boutique como esta, que administran una pequeña cantidad de propiedades fraccionadas, tienden a vender fracciones de propiedades a precios más bajos porque se invierte menos dinero en marketing. La búsqueda de otros inversores puede tomar la forma de publicar un personal en un sitio de citas en línea, con el objetivo de atraer a una pareja perfecta. Un ejemplo de esto se puede encontrar en el sitio web del agente de bienes raíces de Maui, Ken Smith. La carta publicada explica los detalles de una oportunidad de inversión fraccionada junto con información personal sobre los desarrolladores y con qué tipo de personas están interesadas en trabajar (no fumadores, por ejemplo).
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